El (falso) debate entre generalistas y especialistas ha hecho correr ríos de tinta y ha inspirado infinidad de artículos en la red. Sin duda, Ainhoa Iturain, alumna del colegio Jesuitinas de la promoción 18-19, demuestra con su trayectoria y su actitud que, como asegura el Eclesiastés, “hay un tiempo para todo”. Su apuesta personal pasa por enrolarse en su formación universitaria en las filas de los generalistas (para observar desde una perspectiva más amplia la complejidad del mundo actual), para terminar desembocando en su vida laboral en una especialización “consciente” y asumida.
Las clases de Filosofía de 1º de Bachillerato suscitaron en Ainhoa un interés por la búsqueda del fundamento y el análisis de los resortes de una realidad que no siempre era lo que parecía. Pese a haber optado por la modalidad de Bachillerato de Ingeniería y Ciencias de la Salud, al finalizar su etapa en el colegio, se matriculó en el Grado de Filosofía, Política y Economía impartido en la Universidad de Navarra. Esta decisión la tomó tras visitar la Universidad de Navarra y descubrir unos estudios que combinaban distintos enfoques. En definitiva, que se adaptaban a una persona que, como ella, poseía (y posee) una mente abierta y un profundo interés por los temas sociales.
En esta institución compartió aula con un grupo de treinta compañeros y compañeras muy heterogéneo: distintas procedencias, distintas motivaciones vitales, pero que le sirvió para ampliar sus miras y horizontes vitales.Además, en estos cuatro años de estudios realizó prácticas en el estudio de arquitectura MRA en un equipo multidisciplinar dedicado al diseño de ciudades circulares del futuro; y también, durante dos años, en el instituto Empresa y Humanismo de la propia Universidad de Navarra.
De las tres “almas” que conviven en sus estudios, las que más le han gustado son la filosófica y la económica, a pesar de que en un principio le atraía más la política. En cualquier caso, recomienda este grado que, en nuestro país resulta novedoso, pero que atesora una larga trayectoria académica en la tradición universitaria anglosajona. Sin embargo, ahora que ha finalizado sus estudios, Ainhoa se plantea dedicar su vida laboral a lo concreto, a la consultoría estratégica, preferiblemente a cuestiones relacionadas con la sostenibilidad e innovación, o bien, al campo del diseño (otra de sus pasiones), creatividad, recursos humanos. De hecho, su dilema actual reside en trabajar en Pamplona como consultora estratégica o hacerlo en Madrid.
Tal vez encuentre la respuesta definitiva en Kenia, donde va a trabajar como voluntaria durante este mes de julio en una ONG que persigue el desarrollo de líderes locales, ayudando en la formación de niños y niñas y docentes.
Sin duda, Ainhoa Ituráin encarna el lema “Educamos para la acción” que orienta la labor educativa de nuestro centro. En definitiva: una alumna comprometida, autónoma y creativa.