YO LEO, TÚ LEES…¡NOSOTROS LEEMOS! El descubrimiento del placer de leer en Educación Infantil

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La psicóloga y pedagoga argentina Emilia Ferreiro, colaboradora de Jean Piaget, propone un modo constructivista de enseñanza de la lectura y de la escritura en la que se respetan los tiempos de maduración del niño o de la niña, estimulándolo a pasar de un nivel a otro de acuerdo a los tiempos que cada uno o una requieran. Según palabras de Emilia Ferreiro “Leer no es descifrar. Escribir no es copiar”

 Otras aportaciones teóricas con enfoque constructivista, como las de Jean Piaget, David Ausubel y Liev Vygostky, han contribuido a la enseñanza de la lecto-escritura de manera activa. Según Vygostky, el lenguaje es una herramienta valiosa que adquiere el niño para desarrollar el pensamiento, hacer preguntas y expresar ideas. A través de él puede realizar importantes actividades como solucionar problemas, dirigir la atención, planear y obtener control de sí mismo, para decodificar su realidad y transformar su conocimiento.

Durante el proceso de adquisición de la habilidad lectora, utilizamos el método global de aprendizaje de la lectura (Doman) con el que partimos de la palabra o frase, tanto en solitario, mediante la presentación rutinaria de bits de lectura, como apoyando la palabra con las imágenes que la identifican, para que el niño comprenda el concepto desde el principio.

Este método va desde lo general hasta lo particular, permitiendo facilitar el aprendizaje con ideas concretas, basándose en una enseñanza activa y agradable para el niño/a. Indudablemente contribuye a la educación intelectual, no agota el proceso del aprendizaje, la enseñanza es interdisciplinaria y va unida a los proyectos de comprensión, lo que permite que se pueda iniciar el aprendizaje desde edades tempranas.

 Basándonos en estas propuestas teóricas, acompañamos al alumnado en el proceso de adquisición de la lectura, mediante actividades en las que desarrollamos la conciencia fonológica, es decir, la habilidad de poder diferenciar los sonidos que forman las palabras y poder jugar con ellos.

Envolvemos todo el proceso con la lectura de cuentos, con los que se estimula la imaginación, se ayuda a empatizar, a combatir miedos, así como favorecen la memoria y desarrollan habilidades lingüísticas. Porque si leer no es descifrar, es, sin duda, un placer que no se agota nunca.

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