Quien se atreva a enseñar, nunca debe dejar de aprender. John Cotton Dana
La curiosidad y las ganas de aprender son siempre una motivación para conocer, descubrir o repensar nuestras creencias y nuestras formas de enseñar. Quien está en contacto con los alumnos, y es testigo de su evolución y crecimiento como lo somos los docentes, le apasiona reflexionar y buscar la mejor manera de hacer que el alumnado desarrollen todas sus capacidades y acompañarles en su proceso de aprendizaje. Este es el motor que año tras año motiva a los profesores que componemos el claustro de Jesuitinas Pamplona para formarnos.
Uno de los pilares de nuestro trabajo es el aprendizaje cooperativo que va más allá del tradicional trabajo en grupo y trasciende la mera agrupación o una forma de trabajar y se convierte en un paradigma bajo el que todo lo que hacemos en el aula cobra sentido y trata de preparar a nuestros alumnos para la vida real, la vida que se van a encontrar durante su formación y al terminarla e incorporarse al mundo laboral. Y que está intrínsicamente relacionado con las competencias para ser miembros comprometidos y responsables socialmente.
Bajo estas premisas, diversos grupos de profesores de Jesuitinas Pamplona junto con el miembros de otros claustros del colegios de fundación Jesuitinas nos estamos formando a lo largo de estos años en el aprendizaje cooperativo . A través de sesiones online, talleres y prácticas semanales repartidos en grupos de aprendizaje cooperativo nos apoyamos para ir creciendo y mejorando en nuestra práctica docente bajo este paradigma.
En las sesiones se analizan los pilares sobre los que se sustenta todo el Aprendizaje Cooperativo, las diferentes formas de trabajo Cooperativo (formal, informal y los grupos base), las habilidades sociales que se desarrollan bajo este paradigma y cómo evaluar todo el trabajo que se va poniendo en práctica en aras de una mejora continua. Además, a través de las prácticas todo lo aprendido se implementa en las aulas. El curso se concibe como una interrelación entre los profesores para alcanzar un objetivo común que da sello a nuestra forma de educar en todos los colegios de la fundación.
Estos cursos tienen una bondad añadida: nos ponen en la tesitura de los estudiantes, comprobando con nuestra propia experiencia qué es la interrelación positiva del grupo y la responsabilidad individual donde la máxima es o “nadamos todos juntos o nos hundimos”. No es lo de menos.