En la película de Disney Pixar, Del revés, Alegría se preguntaba “Cuando miras a alguien ¿no te preguntas qué estará sucediendo en su cabeza?”. Tal vez la respuesta esté en la propia cabeza.
El primer paso en el camino hacia el conocimiento y aceptación de los demás comienza con el autoconocimiento y la autoaceptación, condiciones también necesarias para alcanzar la autonomía. Por eso, este primer trimestre, el alumnado de 1º de Educación Infantil se ha embarcado en un proyecto de comprensión sobre el cuerpo humano que lleva por título “Me gusta cómo soy”. En él trabajamos las inteligencias múltiples a través de diferentes propuestas. Los niños y las niñas se preguntaron -con la ayuda de los hilos conductores- por qué somos distintos y por qué experimentamos distintas emociones y de forma diferente según las circunstancias de su vida. De hecho, una de las metas de comprensión del proyecto es que el alumnado descubra en qué nos parecemos/ diferenciamos física y emocionalmente.
Comenzamos el proyecto realizando una rutina de pensamiento en la que los niños y niñas se preguntaron qué sabían acerca de su cuerpo, y qué querían aprender.
A partir de ahí, empezamos a trabajar las partes de nuestro cuerpo, los sentidos, la importancia del cuidado y de la higiene. Capítulo aparte ha sido el conocimiento de las propias emociones. Gracias a la colaboración de las familias hemos creado un mural en el aula con todas sus fotografías.
Tal vez, no esté de más terminar con ese fragmento de El Principito. “Como el principito se dormía, lo tomé en mis brazos y me puse nuevamente en camino. Me sentía emocionado llevando aquel frágil tesoro, y me parecía que nada más frágil había sobre la Tierra. Miraba a la luz de la luna aquella frente pálida, aquellos ojos cerrados, los cabellos agitados por el viento y me decía: «lo que veo es sólo la corteza; lo más importante es invisible…».
Me gusta como soy, me gusta como sois.
